(Fragmento)
Hoy quiero adorarte con un verso cielo:
veinte estrofas serían pocas, mi Dueño
para cantarte la dicha única que tuve
esta mañana a la orilla de tu playa
cuando tu aliento sopló mis sentidos.
Y quiero contarte con mi verso patria
que todavía sufro por esa niña traviesa
que deambula golpeada y malherida,
sin hallar, por fin, a su samaritano cielo.
Vengo asimismo con este verso hombre
a denunciar esta criatura: obra tuya,
y que hoy como nunca en rebelión ingrata
alza su voz, levanta sus manos
contra tu misma imagen y semejanza.
Por Elías Osmín Miguel
Hoy quiero adorarte con un verso cielo:
veinte estrofas serían pocas, mi Dueño
para cantarte la dicha única que tuve
esta mañana a la orilla de tu playa
cuando tu aliento sopló mis sentidos.
Y quiero contarte con mi verso patria
que todavía sufro por esa niña traviesa
que deambula golpeada y malherida,
sin hallar, por fin, a su samaritano cielo.
Vengo asimismo con este verso hombre
a denunciar esta criatura: obra tuya,
y que hoy como nunca en rebelión ingrata
alza su voz, levanta sus manos
contra tu misma imagen y semejanza.
Por Elías Osmín Miguel